viernes, 8 de febrero de 2008

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Estoy muy enojado. ¿Por qué? (se preguntarán… o no… la verdad es que poco importa, porque es mi blog). Uno sabe cuan molestas son las propagandas cuando uno está concentrado viendo un programa de tv. Uno entiende que, las propagandas, son el medio de subsistencia de cualquier medio (sin mencionar que seguramente una buena publicidad da de comer muy bien a los dueños de las empresas y, bueh, no nos pongamos en exquisitos y reconozcamos que a los que trabajan contratados les pagan un poquito y hacen menos infeliz su vida).

Pero fuera de esa deducción patética que acabo de hacer sobre la vida del 90% de la población mundial (incluyo a los que viven con menos de 1 dólar por día y excluyo a los –con suerte- 500 personas más ricas del mundo que podrían hacer algo mejor con su plata: además de generar más plata), reconozco que hay excelentes publicidades y otras que apestan.

Nunca supe cual era el objetivo de un publicista. Siempre supuse que, el publicista, tenía la obligación de hacernos sentir que “nuestra vida sería miserable” si no tenemos ESE producto. Pero a veces me pregunto si, más allá de todo eso, el publicista busca encontrar o crear arte dentro de su publicidad (cumpliendo, me imagino, los pedidos de quienes contratan el servicio). Si este fuera el caso, la siguiente propaganda… deja mucho que desear…

"3 acordes de guitarra" WOOOOOOOOW, realmente WOOOOOOOOOOOW y de nuevo WOOOOOOOOOW.

PD: De más está decir que la publicidad está orientada a, justamente, tanto el celular como el nuevo disco de... bueh, para que decirles si ya saben...