¿Recuerdan como era la infancia?... Si son como yo (que me olvido hasta el cumpleaños de mi madre) seguramente no se acordarán de casi nada de ella. Pero, tal vez, lo bueno radica, justamente, en eso: “no recordar u olvidarse de las cosas” sólo porque no existe un compromiso (o noción del mismo) cuando somos niños…
No recuerdo el día que empecé a usar la bicicleta (con y sin rueditas) si recuerdo, en cambio, el día que me caí de la bici y mi primo me pasó por encima con la su bici haciéndome un pequeño orificio (tal vez por donde se escaparon más de una idea) en la frente que cargo con orgullo.
Tampoco tengo un recuerdo sobre mi primer día de clases, pero si recuerdo cuando me retaban por decir malas palabras o por pelearme con alguno por alguna razón…
Tampoco recuerdo el día en que me comenzaron a salir granos por la cara… y así podría seguir hasta la infinidad...
La cuestión es que, hace algunos días atrás, alguien me hizo escuchar una canción que, inexorablemente, me lleva a pensar en la “Velha Infância”. No se si habrá sido buena o mala, alegre o aburrida… pero si sé que, lo que recuerdo, es que las obligaciones pasaban por otro camino, por la vereda del frente...
Aquí va, para ustedes, Velha Infância de Os Tribalistas...
No recuerdo el día que empecé a usar la bicicleta (con y sin rueditas) si recuerdo, en cambio, el día que me caí de la bici y mi primo me pasó por encima con la su bici haciéndome un pequeño orificio (tal vez por donde se escaparon más de una idea) en la frente que cargo con orgullo.
Tampoco tengo un recuerdo sobre mi primer día de clases, pero si recuerdo cuando me retaban por decir malas palabras o por pelearme con alguno por alguna razón…
Tampoco recuerdo el día en que me comenzaron a salir granos por la cara… y así podría seguir hasta la infinidad...
La cuestión es que, hace algunos días atrás, alguien me hizo escuchar una canción que, inexorablemente, me lleva a pensar en la “Velha Infância”. No se si habrá sido buena o mala, alegre o aburrida… pero si sé que, lo que recuerdo, es que las obligaciones pasaban por otro camino, por la vereda del frente...
Aquí va, para ustedes, Velha Infância de Os Tribalistas...